LA REVOLUCIÓN POTOSINA Y LA INDEPENDENCIA

La Villa Imperial de Potosí fue fundada el 1 de abril de 1545, conocida en el mundo por la producción de la plata en el Cerro Rico. Llegó a tener una población 160.000 habitantes, siendo el motor económico de la monarquía española y la ciudad más poblada del mundo para el periodo del auge de la plata potosina.

El siglo XIX se caracterizó por los movimientos independentistas y la creación de los estados-nación, que buscaban la independencia política del dominio de la corona española en América. Los gritos libertarios de 1809 en La Plata, la actual Sucre (25 de mayo) y La Paz (16 de julio) tuvieron su repercusiones el año siguiente en distintas regiones del Alto Perú  y provincias del Virreinato del Rio de la Plata, como en Buenos Aires (25 de mayo), Cochabamba (14 de septiembre), Santa Cruz (24 de septiembre), Oruro (6 de octubre) y la gesta potosina del 10 de noviembre.

Una vez que triunfó la revolución del 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires, la junta de gobierno de esa ciudad envió un ejército auxiliar hacia la región del Alto Perú al mando de Marco Antonio Gonzales Balcace, Eustaquio Díaz Vélez, Juan José Castelli y Bernardo Monteagudo, conjuntamente 1.200 soldados para apoyar las revueltas. Mientras avanzaba el ejército auxiliar argentino hacia el norte, pasando por Salta, Jujuy, Tarija, llegando a tierras potosinas; tuvo el primer enfrentamiento en Cotagaita frente al ejército realista, hecho acaecido el 27 de octubre y cuyo resultado no fue nada favorable, quedando abatido el ejército auxiliar argentino que tenía en sus tropas guerreros chicheños.

Para ese entonces, José Vicente Nieto, presidente de la Audiencia de Charcas, y Francisco de Paula Sanz, gobernador de Potosí, tenían conocimiento del enfrentamiento ocurrido en Cotagaita. Posterior al triunfo de las fuerzas realistas, la tropa española al mando del general José de Córdova avanzó hacia Tupiza. Entretanto, las fuerzas auxiliares argentinas y patriotas en una maniobra de retirada a la localidad de Nazareno, y apoyados por guerreros chicheños liderados por Pedro Araya atacaron a las tropas realistas, hecho conocido como la Batalla de Suipacha del 7 de noviembre de 1810, en la que vencieron las fuerzas patriotas,

Anoticiada la población potosina de la derrota del ejército realista la tarde del 09 de noviembre de 1810, hizo que la población potosina estallara con el grito revolucionario de ¡Libertad! Fue el 10 de noviembre de 1810, cuando la población revolucionaria potosina se volcó e invadió las calles, plazas y ocuparon instituciones administrativas como la Casa de Gobierno, las Cajas Reales, la Casa Real de Moneda. De la misma forma, tomaron preso al gobernador Francisco de Pula Sanz, que posteriormente sería ejecutado junto a Vicente Nieto y José de Córdova; asimismo, se instaló un cabildo en el que fueron destituidos los regidores y alcaldes que formaban parte de la administración colonial. Dicho cabildo fue presidido por Melchor Daza y se reconoció la junta de Buenos Aires y se declaraba guerra a las tropas realista españolas.

Los actores que desempeñaron un rol importante en la revolución de Potosí del 10 de noviembre de 1810 fueron: Mariano Nogales, Eustaquio Eguivar, Manuel Molina, Pedro Costas, Salvador matos, Diego Barrenechea, Manuel Ulloa, Joaquín de la Quintana, Pedro Ascárate, los hermanos Millares y el pueblo potosino que participó en esos días históricos.

La revolución potosina del 10 de noviembre de 1810 permitió a los potosinos con espíritu revolucionario de libertad, independencia y patria levantarse en armas contra la monarquía española, tal como lo hizo Tomás Katari años antes en contra de la opresión colonial. La revolución potosina, sin duda, fue trascendental para la consolidación de la independencia de Bolivia de 1825, porque fue centro del poder económico para la administración colonial. Por lo tanto, la revolución del 10 de noviembre ¡Vale un Potosí!

*Artículo publicado en EFEMÉRIDE del periódico La Razón (Bolivia) el 10 de noviembre de 2018.